
Podología Geriátrica
Podología geriátrica
Hoy en día vivimos más años gracias a los avances en la medicina y en la salud pública. Esto significa que nuestros pies también tienen que soportar muchos más años de uso y esfuerzo. Para las personas mayores, poder moverse es clave para mantener su independencia y calidad de vida. Sin embargo, los problemas en los pies pueden dificultar caminar, trabajar o disfrutar de actividades sociales.
Problemas más frecuentes en los pies de las personas mayores
– Juanetes: Deformidad del dedo gordo del pie que forma un bulto y causa dolor.
– Callos, durezas y piel seca: Engrosamientos de la piel que pueden agrietarse e infectarse.
– Dedos en martillo: Deformidad que hace que los dedos se doblen hacia arriba y provoquen molestias.
– Cambios en la estructura del pie: Desgaste de las almohadillas de grasa del pie, tendinitis o nervios atrapados.
– Artritis: Desgaste de las articulaciones que limita el movimiento y causa dolor.
– Dolor en el talón: Por espolones o inflamación de los ligamentos del pie.
– Problemas por la diabetes: Mayor riesgo de heridas e infecciones en los pies.
– Infecciones por hongos y uñas encarnadas: Problemas comunes que pueden ser dolorosos y complicarse.


¿Cómo podemos prevenir y tratar estos problemas?
Es importante entender que el dolor en los pies no es normal, y casi siempre se puede tratar. Muchas dolencias se deben al uso de un calzado inadecuado o al paso del tiempo, pero con un buen cuidado podemos evitar que empeoren.
Algunas recomendaciones son:
– Revisar los pies de forma regular con un podólogo.
– Usar un calzado cómodo y adecuado.
– Mantener la piel hidratada y las uñas bien cuidadas.
– Acudir al podólogo ante el primer signo de dolor o molestia.
El cuidado preventivo de los pies ayuda a mejorar el confort, reduce el riesgo de infecciones, evita hospitalizaciones y mejora la calidad de vida.